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Nostalgia
Las redes sociales tienen muchas cosas positivas, así como negativas. En el día de hoy me voy a enfocar en una de las tantas positivas que se encuentran en estas.
Ayer, mientras consultaba mi cuenta de Facebook me encontré con una foto que uno de mis amigos había subido a su cuenta y que a la vez compartió conmigo. En esta foto se ve la casa en la que yo pasé gran parte de mi niñez.
No tengo palabras para describir la sensación, la emoción, que sentí al ver dicha foto.
En cosa de segundos me transporte al pasado, jugué con mis amigos; hablamos de ir al río; hablamos de la niña de la escuela que nos tenía locos a todos; hablamos de la vez que un juego terminamos en una pelea en la que ganamos y perdimos a la vez. Perdimos, porque después de regresar a nuestros hogares fuimos castigados y azotados por nuestros padres, ya que la noticia de la pelea le había llegado; hablamos de la hora de ir a la loma a buscar mangos y matar pajaritos.
Como hacía mucho calor nos fuimos al rio y decidimos cumplir con nuestro acostumbrado ritual, el cual implicaba:
Jugar a las patadas
Tirarle piedras a latas que colocábamos a unos 30 metros de distancia,
Hacer nuestras necesidades fisiológicas sin importar que nos vean las personas que pasaban
Buscar jaibas, si teníamos suerte en la búsqueda, estaríamos asegurando algo más para acompañar la cena que por lo generar era de víveres.
Llegada la noche, hicimos lo acostumbrado. Fuimos a los predios del cine a ver cuál de nuestros “Amigos Adultos” nos daban algo de dinero para entrar al cine.
Esa noche no conseguimos nada. El deseo de ver la película que se proyectaba era tan grande que decidimos pararnos en la entrada del cine a ver si el portero “Manen” sentía pena de nosotros y nos permitía entrar y disfrutar de la película. La compasión de Manen era lenta y siempre llegaba 10 minutos antes del final de la película.
Entramos en el momento en el que asesino o antagonista de la película era vencido por el protagonista y como siempre llegaba la policía. 30 segundos después, los créditos de la película aparecieron.
La noche estaba muy oscura y la luna no alumbraba las calles oscuras de mi querido pueblo. Decidimos Esperar por un grupo que residen en el mismo barrio y caminamos detrás ellos hasta llegar a nuestro distinto.
Fuimos a la cama y ……
Suena mi teléfono de la oficina, era es jefe, preguntando por un requerimiento. Regresé a mi realidad.
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